La Iglesia criticó al Gobierno de Javier Milei por el avance narco en los barrios argentinos: "Esto no puede naturalizarse"

24.06.2025

Mediante un comunicado conjunto, el arzobispo de Mendoza Marcelo Colombo, junto a otras figuras de la entidad, manifestaron que la problemática "es cada día más preocupante". A su vez, defendieron el rol de las instituciones religiosas en los sectores más vulnerables. "Nosotros estamos presentes", remarcaron.

La Iglesia Católica de la Argentina lanzó una fuerte crítica al gobierno de Javier Milei por el avance del narcotráfico en los barrios más pobres del país, señalando que la ausencia del Estado en esos territorios críticos equivale a una forma indirecta de condenar a muerte a miles de personas. En un documento titulado "Si el Estado se corre, entra el narcotráfico", la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) advirtió que la falta de políticas de prevención y asistencia no solo deja vacíos, sino que habilita al narcotráfico a ocupar ese lugar como un "Estado paralelo".

"Vemos con preocupación y dolor que la retirada del Estado de esos ámbitos abre paso al avance del narcotráfico, que se convierte en una suerte de gobierno alternativo, donde los narcos ofrecen a los jóvenes una vida aparentemente mejor, pero a cambio de su dignidad, su libertad y, muchas veces, su vida", señalaron los obispos. La declaración lleva las firmas de Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza; Ángel Sixto Rossi, arzobispo de Córdoba; César Daniel Fernández, obispo de Jujuy; y Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro.

En otra parte del documento, las autoridades religiosas reclamaron con firmeza el fortalecimiento de las redes de asistencia que ya están en marcha, muchas de ellas impulsadas por la propia Iglesia. "No se puede seguir esperando que quienes acompañan a los jóvenes más rotos lo hagan sin recursos", sostuvieron, y advirtieron que desfinanciar estas iniciativas, demorarlas o dejarlas al esfuerzo de voluntarios agotados "es otra forma de condenar a muchos a la muerte". En este sentido, subrayaron que el acompañamiento espiritual y humano debe ser complementado con equipos profesionales y financiamiento sostenido.

El mensaje de la CEA reafirma el compromiso de la Iglesia en la lucha contra las drogas y remarca que el consumo es una "herida profunda" que atraviesa a miles de jóvenes en contextos de extrema vulnerabilidad. "La droga mata por dentro, apaga la esperanza y corta proyectos", dijeron los obispos. Y advirtieron: "¡No podemos naturalizar esta realidad!". Según el comunicado, la Iglesia mantiene una presencia activa en los barrios, donde parroquias, centros barriales, Cáritas y otras organizaciones acompañan silenciosamente a quienes buscan salir del consumo.

También se destacó la importancia de la prevención y la educación como pilares centrales para combatir esta problemática. "Es urgente que las autoridades reconozcan y sostengan el trabajo que ya se realiza en el territorio", expresaron. Aseguraron que sin una presencia estatal constante ni políticas públicas articuladas entre Nación, provincias y municipios, "se estará siempre corriendo detrás del problema", en lugar de atacarlo en su raíz.

Por último, la CEA hizo un llamado directo a los funcionarios del gobierno nacional: "Sin el compromiso económico del Estado, esta ardua tarea no se sostiene. Y si esta tarea cae, no habrá quien reciba a los que tocan fondo buscando una segunda oportunidad". En el cierre del mensaje, los obispos agradecieron a los voluntarios y trabajadores que asisten a las víctimas del consumo problemático y pidieron a quienes gobiernan que "escuchen el clamor de los que luchan por salir" y miren de frente "el dolor de las familias destrozadas por este flagelo". 

Un contexto preocupante

La dura advertencia de la Iglesia se conoció apenas unos días después de que se hiciera público un informe demoledor elaborado por el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) y Fundar, que indaga en las expectativas de los jóvenes de barrios populares y retrata con datos concretos el avance del narcotráfico. Titulado "La narrativa rota del ascenso social", el estudio expone cómo el consumo y la venta de drogas se volvieron parte del paisaje cotidiano en esos territorios, donde el Estado se retira y los "transas" ocupan su lugar.

La investigación, liderada por el sacerdote jesuita Rodrigo Zarazaga y la especialista en políticas sociales María Migliore, incluyó encuestas y entrevistas a jóvenes de entre 16 y 24 años en barrios vulnerables del AMBA. Allí, el 51% afirmó que la mayoría de sus amigos consume drogas, y el 43% reconoció tener conocidos que las venden. "El consumo comienza cada vez más temprano (algunos hablan de inicios a los 9 o 10 años) y se da en un entorno donde la droga está siempre presente", señala el informe, que también refleja cómo el delito y la adicción se repiten entre generaciones.

Los testimonios recopilados muestran una naturalización alarmante del consumo, con jóvenes que relatan cómo comenzaron a consumir por influencia directa de sus padres. Varios provienen de familias donde la venta de droga es parte de la dinámica doméstica.

El estudio, que ya circula entre obispos y actores sociales ligados a la Iglesia, sirvió de sustento y contexto para el comunicado difundido por la Conferencia Episcopal en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. Con cifras concretas y relatos desgarradores, la investigación confirma lo que desde hace años muchas organizaciones comunitarias vienen denunciando: en los márgenes del sistema, sin presencia estatal sostenida ni políticas de contención, el narcotráfico continuará activo indefinidamente.

TC/EM

Fuente:

https://www.perfil.com/noticias/politica/la-iglesia-critico-al-gobierno-por-el-avance-narco-en-los-barrios-argentinos-esto-no-puede-naturalizarse.phtml