La trastienda del giro de Milei: una moderación recomendada por su mesa chica que se pondrá a prueba en el Congreso

17.09.2025

Inflexible con su programa económico y sin querer hacer cambios de equipo, el Presidente se mostró abierto a cambiar de estilo en un discurso escrito; inquietud por la desconexión del liderazgo presidencial y el sentir social

Por Maia Jastreblansky

Durante el fin de semana y varias horas del lunes -una jornada agitada por la nueva hiperactividad presidencial que se detonó después de la derrota electoral- Javier Milei pulió el discurso para presentar el proyecto del Presupuesto 2026 con su histórico "guionista", Santiago Caputo.

El asesor presidencial no logró cambiar la ecuación de poder interno dentro de la Casa Rosada luego del revés en la provincia de Buenos Aires. Tampoco consiguió que permeara en la mesa chica su diagnóstico integral sobre los motivos de la derrota o que hubiera un reseteo de fondo en el Gobierno. El Presidente, no obstante, sí escuchó el consejo que tanto el consultor como otros miembros de su mesa chica le dieron en términos de narrativa oficial: que no se puede seguir hablando de "el mejor gobierno de la historia" si los votantes -como se hizo evidente en las urnas- no lo están sintiendo así.

A Milei lo inquietó fuertemente que se verificara una desconexión entre su liderazgo y lo que siempre fue su mayor fortaleza política, el apoyo popular. Luego de la derrota bonaerense, puertas adentro, el Presidente se mostró inflexible en términos de su plan económico. Tampoco quiso tocar a su equipo, pese a que hubo presiones de propios y ajenos para que reformulara su staff antes de diciembre, cuando habrá un recambio. Pero se mostró dispuesto a hacer un giro discursivo para moderar su estilo sobrador y magnánimo y exhibir mayor empatía y apertura al diálogo. "Javier dijo algo así como ´díganme lo que tengo que decir, no lo que tengo que hacer´", ilustró a LA NACION un importante colaborador oficial.

Un funcionario de Balcarce 50 aportó: "Lo que se vio en la cadena fue lo que se estuvo trabajando en las mesas políticas desde la derrota en la provincia en adelante. (Guillermo) Francos, (Patricia) Bullrich, Caputo y (Manuel) Adorni fueron de la idea de mostrar más escucha y empatía, de hablarle a los ciudadanos y a las empresas. Karina también reconoció que había que bajar la soberbia y achicar la distancia con la gente".

El lunes, en la previa a grabar la cadena nacional -luego de tomarle juramento a Lisandro Catalán como nuevo ministro del Interior en el Salón Blanco-, Milei se encerró durante varias horas en su despacho para pulir el discurso de presentación del Presupuesto. Además del asesor presidencial, el Presidente convocó a su oficina a Adorni; al ministro de Economía, Luis Caputo y al diputado y candidato, José Luis Espert. "Toto validó los puntos estrictamente técnicos. También se incluyó en el proceso a los que serán los voceros del tema, para ajustar el mensaje", explicó un colaborador al tanto de los pormenores. Antes de que se encendieran las cámaras, agregó, los dos Caputo (el asesor y el ministro) revisaron la versión final del texto.

El giro fue evidente. En la cadena nacional se mostró comprensivo con los que sufren el ajuste ("más allá del éxito que haya tenido nuestra gestión, entendemos que muchos aún no lo perciban", dijo); reconoció que el Gobierno "se entusiasma de más" y aseguró que "el esfuerzo de los argentinos vale la pena" y convocó al diálogo ("estoy seguro que trabajando codo a codo con los gobernadores, diputados y senadores que quieren una Argentina distinta vamos a lograrlo", señaló).

Además, Milei prometió mejorar por encima de la inflación las jubilaciones, los fondos para universidades y las pensiones por discapacidad. Tanto las casas de estudio como algunos legisladores opositores que estudiaron la letra chica del Presupuesto vienen advirtiendo que esos números no se verifican y que el ajuste se mantiene.

Lo que nadie en Balcarce 50 explicó bien fue por qué Milei recurrió a la fórmula "lo peor ya pasó" una frase que -si bien el libertario ya había utilizado otras veces- está asociada en la memoria reciente a los discursos que Fernando De la Rúa y Mauricio Macri emitieron en momentos previos a crisis terminales.

La prueba para adelante

Luego de emitida la cadena nacional, pasadas las 21, el jefe de Estado retomó puertas adentro cierta actitud auto celebratoria. Festejó los registros de rating, que venían alicaídos en los mensajes presidenciales anteriores, y le sumó un cálculo que hizo uno de los influencers de su riñón, Iñaki Gutiérrez, a partir de los registros del streaming de YouTube. El subsecretario de Prensa, Javier Lanari, luego tuiteó: "La cadena nacional de Milei marcó picos de más de 33 puntos de rating. Sumando streaming estamos hablando de entre 45 y 47 puntos. Un país escuchando al Presidente".

Durante la cadena nacional, Milei abrió una mínima ventana a la negociación en el reparto de recursos del Presupuesto 2026. Dijo que el proyecto "está planteado con un superávit primario tal que, al cierre del ejercicio, Argentina encuentre superávit fiscal. O, en el peor de los casos, en equilibrio fiscal". Una actitud que no había tenido el año pasado, cuando la Casa Rosada exigía a la oposición una adhesión a libro cerrado a la hoja de ruta libertaria, al punto que el propio oficialismo terminó retirando el proyecto de un momento a otro.

"Esta vez sí queremos que salga el Presupuesto. La idea es que se logre aprobar, siempre con equilibrio fiscal. Nos vamos a sentar a hablar con los opositores lógicos", dijo a LA NACION un funcionario de la Casa Rosada.

Habrá que ver si esa predisposición a la negociación se verifica en la práctica. Por ahora, el Gobierno prefiere acotar las señales amistosas solo a algunos gobernadores y aliados. De hecho, en el discurso que dio esta mañana en Asunción, en el marco de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), Milei volvió a petardear a la oposición moderada cuando cuestionó a la denominada "tercera vía" como "una vía alternativa al socialismo". "No hay terceras vías en este camino, cualquier vía intermedia tiende al socialismo y eso es pobreza. No hay opción intermedia entre el superávit y el déficit. Ya ensayamos cambiar de modo gradual, esa experiencia fracasó, no hay cambio a medias", dijo en lo que pareció una alusión al espacio de Provincias Unidas y un discurso que no leyó.

Mañana, la parsimonia presidencial se pondrá a prueba en Diputados, cunado se traten las insistencias a la ley de financiamiento universitario y la ley de emergencia pediátrica (para volcar fondos al Hospital Garrahan). Además, se tratará el proyecto que modifica a los decretos de necesidad y urgencia (DNU) una iniciativa que puede cambiar sustancialmente la ecuación que Milei necesitará en el Congreso para sostener sus políticas.

En el Gobierno siguen confiando en remontar la performance electoral en las elecciones nacionales de octubre. Se apalancan en la atomización opositora (dividida entre las propuestas peronistas y los provincialismos) y en recuperar a votantes más ligados al macrismo que en estos comicios no fueron a votar. "El miedo a que vuelva el kirchnerismo es un incentivo", dicen en Balcarce 50. Un funcionario apuntó: "No negamos que se generó cierta distancia con la gente. La elección en la provincia fue una tarjeta amarilla y hubo reacción. Fue un golpe a tiempo".

Fuente:

https://www.lanacion.com.ar/politica/la-trastienda-del-giro-de-milei-una-moderacion-recomendada-por-su-mesa-chica-que-se-pondra-a-prueba-nid16092025/