Los decretos de Milei afectan la producción de alimentos

El gobierno disolvió el INAFCI, el instituto que ayudaba a sostener la agricultura familiar. También le cambió la estructura al INTA, lo que desprotege a los pequeños y medianos productores de las economías regionales y abre una puerta para una mayor intervención del sector privado en el organismo.
En su último día de facultades delegadas –con el decreto 462/25– el gobierno de Javier Milei le quitó autonomía administrativa y financiera al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y disolvió el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar Campesino Indígena (INAFCI). Estas dos decisiones desprotegen a los pequeños y medianos productores de las economías regionales, a campesinas y campesinos que producían alimentos. Además, refuerza los rasgos más concentrados del sistema alimentario.
El vaciamiento del INAFCI había comenzado con los despidos de 2024 pero su disolución deja a la agricultura familiar sin las pocas herramientas que tenía para sostener sus producciones. El decreto derogó la mayoría de los artículos de la Ley 27.118 de reparación histórica para la agricultura familiar campesina e indígena, que contemplaba la creación de un banco de tierras y que aún servía para reclamar ante los pedidos de desalojos. También se eliminaron todas las herramientas que la ley prevía para apoyar la producción de este sector: créditos, beneficios impositivos, asistencia técnica e instrumentos de promoción de sanidad agropecuaria y certificación.
El decreto se emitió durante la intervención del INAFCI, que ya había despedido a la mayoría de sus trabajadores y trabajadoras. El vaciamiento implicó la pérdida de capilaridad territorial, especialmente para llegar a los productores que viven en zonas de difícil acceso. Además, paralizó programas y proyectos de desarrollo rural que garantizaban el abastecimiento local de alimentos, los circuitos cortos de comercialización y el agregado de valor en los lugares de origen.
Los cambios en el INTA también golpearon en su objetivo fundamental: un funcionamiento federal pensado para acompañar con nuevas tecnologías a productores de las distintas provincias. Ahora corre riesgo de transformarse en un organismo sin ese despliegue territorial y más abocado a la Región Centro del país.
A partir del decreto, también cambió su forma de organización, que estaba gestionada de manera colegiada por un consejo directivo integrado por directores de carrera, representantes de universidades nacionales, de la Mesa de Enlace, del Ministerio de Agricultura. Ahora solo lo conducirá la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, que depende del Ministerio de Economía.
Esta nueva forma de conducción le entrega la centralidad absoluta al Poder Ejecutivo y allana el camino para los planes que algunos funcionarios ya deslizaron, como la venta de tierras públicas e inmuebles que el organismo tiene en todo el país. También creció en las últimas semanas las versión de 1.500 despidos de personas que trabajan contratadas.
A los cambios en el INTA y la disolución del INAFCI, se suma la desarticulación de la Dirección Nacional de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales (DIPROSE), que depende del Ministerio de Economía. La DIPROSE coordinaba y ejecutaba créditos internacionales para programas de desarrollo rural. El despido de 200 de sus 270 trabajadores y trabajadoras provocó, entre otras cosas, que no se apliquen programas con financiamiento internacional por más de 1.700 millones de dólares para obras de riego, caminos, electrificación y otras mejoras para actividades agroproductivas, agroindustriales.
Estas políticas afectan al sector de la agricultura familiar, que produce la mayoría de los alimentos frescos que consumimos día a día, de forma sustentable. Esos alimentos, sin ayuda del Estado, no pueden llegar a gran parte del mercado de consumo nacional y eso provoca más concentración en el sistema agroalimentario argentino. Son necesarias estrategias para garantizar el acceso a la tierra y la incorporación de actores que se dedican a la producción de alimentos frescos por medio de redes de comercio locales y regionales, muchas veces muy efectivas.
Fuente:
https://argentina.indymedia.org/2025/07/25/los-decretos-de-milei-afectan-la-produccion-de-alimentos/