Más burocracia para menos funciones

11.12.2025

La motosierra de Milei derivó en más capas de gestión interna para menos política pública en el Estado nacional.

El Gobierno Nacional eliminó casi la mitad de las estructuras del Estado en menos de dos años, pero cuando se analiza lo que quedó después del recorte, el discurso de la eficiencia cae. Un trabajo de Fundar –realizado sobre la base de herramientas de IA- muestra que la motosierra no creó una estructura estatal más eficiente: no desarmó la estructura burocrática (más bien la profundizó en algunos niveles) y construyó un Estado más chico con otras prioridades (vinculadas a la seguridad y defensa). Existen ahora más capas de gestión interna para menos política pública, es decir más burocracia a costa de debilitar funciones estratégicas de un Estado moderno.

El presidente Milei, en campaña, instaló la idea de una sobredimensión de la estructura estatal y la necesidad de impulsar la reforma. Una vez ganadas las elecciones, esta agenda se vuelve prioritaria para el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger. Un trabajo anterior de Fundar reveló que la cantidad de estructuras de nivel superior en el Estado argentino se había duplicado en las dos décadas previas. Las conclusiones de la investigación a cargo de María Victoria Murillo, Ismael Cassini, Ezequiel Puerta y Martín Alessandro titulada Anatomía de la motosierra. Un análisis con Inteligencia Artificial de la reconfiguración del Estado argentino 2023-2025 permiten observar en mayor detalle el resultado de estas transformaciones.

Mantener la burocracia

El trabajo parte por diferenciar entre dos tipos de unidades estatales: las sustantivas son las que ejecutan políticas públicas (como salud, educación, seguridad), y las administrativas o de apoyo gestionan los recursos internos (compras, legales, logística). Si bien el Gobierno se jacta de que casi la mitad de los ministerios, secretarías y subsecretarías nacionales desaparecieron en lo que va de la gestión, la proporción entre unidades administrativas y sustantivas empeoró.La motosierra pasó más por las unidades sustantivas que por las administrativas: o sea que hay más burocracia administrativa para menos funciones sustantivas. Más capas de gestión interna para menos política pública.

Este es un indicador claro de pérdida de eficiencia: una cantidad excesiva de unidades de apoyo generan una organización más preocupada por los procesos internos que por los resultados, advierte el documento.

Asimismo, en el nivel superior (Ministerios, Secretarías y Subsecretarías), la motosierra eliminó unidades sustantivas y de apoyo, pero lo hizo en mayor magnitud sobre las primeras. A pesar de que las unidades de apoyo de nivel superior disminuyeron casi 30%, la reorganización produjo un efecto paradójico: las secretarías administrativas se achicaron y las subsecretarías crecieron. Esto trajo como resultado una estructura más burocrático-administrativa para menos funciones. De acuerdo con la información disponible, en niveles inferiores (Direcciones/ Coordinaciones) el recorte profundizó esta desproporción entre áreas sustantivas y administrativas.

Un cambio en la estructura del Estado debería apuntar justamente en la dirección opuesta: otorgar mayor entidad a las funciones que se quiera prevalecer de la política pública (por ejemplo un ministerio en vez de una secretaría de ciencia y tecnología) y quitar capas de burocracia. Según mencionan en el trabajo la relación óptima de unidades de apoyo - sustantivas debería un ratio de 1 a 4.

Seguridad y defensa

En cuanto a las funciones prioritarias del Estado Nacional, el recorte aplicado por la gestión de Milei no fue neutral. El modelo que emerge prioriza funciones "hobbesianas" de seguridad y defensa. El análisis por áreas de política pública muestra quela motosierra afectó con mayor intensidad a las funciones asociadas a política social, trabajo, hábitat, género y diversidad, y ambiente, que perdieron casi la mitad de sus unidades entre 2023 y 2025.

En contraste, seguridad y defensa se mantuvieron estables o crecieron. Este patrón sugiere que la reorganización estatal no sólo redujo estructuras por razones de eficiencia, sino que reorientó el rol del Estado hacia funciones de seguridad pública. Este no es un Estado que amplía los derechos sociales como parte de la ciudadanía, es un Estado que prioriza el monopolio legítimo de la fuerza. Este sesgo difiere del tomado en reformas previas como en la década de 1990, sostienen los investigadores.

Por otro lado, la superposición de funciones dentro del Estado se redujo, aunque persisten ciertas duplicaciones en el Centro de Gobierno y un solapamiento entre las tareas de coordinación interministerial y en la relación Nación/Provincias. Entre 2023 y 2025 la proporción de unidades con funciones altamente similares entre sí (identificadas utilizando Inteligencia Artificial) bajó de 12,7% a 6,5%. Es decir, aunque el recorte redujo los solapamientos pero no los eliminó.

Para impulsar estas transformaciones, la gestión de Milei contó con facultades delegadas por el Congreso Nacional a través de la Ley Bases. En dicha norma, se declaró la emergencia pública en materia administrativa por el plazo de un año y mediante el artículo 2° se le otorgaron al Poder Ejecutivo facultades extraordinarias para, entre otras cosas, reorganizar o transformar organismos de la administración central o descentralizada, incluyendo la modificación o eliminación de sus funciones.

Fuente:

https://www.pagina12.com.ar/2025/12/11/mas-burocracia-para-menos-funciones/