Milei apuesta a reflotar el acuerdo con la Unión Europea en una cumbre del Mercosur marcada por diferencias

Con fuertes diferencias ideológicas y tensiones internas en el bloque, el mandatario argentino encabezará la cumbre regional con la intención de imponer su agenda de libre comercio y flexibilidad. En ese contexto, Gerardo Werthein asumirá un rol central en la negociación con los cancilleres.
A pocas horas del inicio de la cumbre del Mercosur en Buenos Aires, el Gobierno de Javier Milei se prepara para una intensa jornada diplomática. En un contexto regional atravesado por posturas contrapuestas, especialmente con Brasil, la administración libertaria buscará conciliar intereses sin abandonar su intención de avanzar en acuerdos de libre comercio, como el tratado pendiente con la Unión Europea y un posible entendimiento con el EFTA. Desde la Casa Rosada aseguran que será una "cumbre civilizada", y remarcan que «se privilegiará lo que une, no lo que separa».
El encuentro comenzará este miércoles en el Palacio San Martín, donde se reunirán ministros de Economía y titulares de Bancos Centrales de los países miembro y Estados asociados. Allí, el ministro Luis Caputo mantendrá conversaciones clave con sus pares, entre ellos el brasileño Fernando Haddad y el uruguayo Gabriel Oddone.
Luego, será el turno de los cancilleres, encabezados por Gerardo Werthein, quien asumirá un rol central donde deberá armonizar las distintas posiciones de los países del bloque para redactar una declaración final que refleje consensos y, al mismo tiempo, incluya la visión más liberal y aperturista que propone Milei.
En este sentido, el Gobierno argentino intentará incluir en el documento una propuesta para avanzar hacia un modelo de mayor flexibilidad comercial dentro del bloque, permitiendo que cada país pueda negociar tratados por separado, una idea que ya había sido anticipada por Milei al asumir la presidencia pro tempore en diciembre pasado.
Sin embargo, el desafío no será menor. A las diferencias ideológicas con Brasil, representado por Lula da Silva, quien llegará a Buenos Aires durante la noche se suman las posturas más conservadoras de otros socios. Pese a todo, desde Casa Rosada aseguran que será una "cumbre civilizada", y remarcan que «se privilegiará lo que une, no lo que separa».
Por otra parte, las actividades se intensificarán el jueves, cuando los presidentes de los países miembro de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, participen de la sesión plenaria del Mercosur. Allí se firmará la declaración final, previamente negociada por ministros y cancilleres, en un intento de mostrar cohesión política y compromiso con el comercio regional.
Mientras tanto, también se espera la presencia de representantes de los Estados asociados de Chile, Colombia, Ecuador, Perú, entre otros, así como de organismos internacionales que seguirán de cerca los avances del bloque, especialmente en relación al demorado acuerdo con la Unión Europea.
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