Palos afuera, circo adentro

07.10.2025

Por Karina Micheletto 

Sólo unos meses atrás esta escena hubiera sido impensada: la previa del show de Javier Milei en el Movistar Arena -un lugar en el que siempre jugó de local, en más de un sentido, según lo que se sabe del financiamiento de campaña- estuvo esta vez copada no sólo por la militancia libertaria organizada, prolija como ninguna, con cartelitos que anunciaban la ciudad de origen de cada grupo y accesorios distintivos todos iguales, violetas o colorados, según los casos. Esta vez la previa, sobre todo, estuvo marcada por los grupos de manifestantes que fueron a gritar en contra del Presidente y su gobierno, a criticar el narco gate y el ya célebre "3 por ciento", entre otros escándalos. La nota la dio también la desmedida presencia policial que se extendió alrededor de todo el vecino parque Los Andes, por las avenidas Corrientes, Dorrego y más allá. Y ya casi sobre la hora de comienzo del show, la represión que esa policía -Gendarmería y Policía de la Ciudad fueron las fuerzas movilizadas- ejerció contra manifestantes después de "arrearlos", sin explicación lógica alguna, un par de cuadras por la calle Corrientes.

-¡Y ya lo ve, y ya lo ve, vinieron todos, no vino Espert!

-¡A laburar, a laburar, el kirchnerismo no existe más!

-¡Milei, sionista vos sos el terrorista!

-¡Presos, todos bien presos están hoy!

-Alta coimera...

-La casta tiene miedo...

-¡Andá pa´allá bobo, lavate la cara, dejá la pantalla!

-¡No los mantenemos más!

Los cantos y gritos van y vienen, esto podría ser una batalla de rap pasada. Por momentos hay tensión en el ambiente, alguno que otro se acerca demasiado hacia el otro grupo, gesticula, amenaza. Mientras la policía no interviene, nada pasa de ahí.

Está claro que nadie quiere que pase a mayores, comenzando por los que parecen guiar a varios de los grupos de la fila de ingreso al estadio, repartiendo entradas y dando indicaciones: ellos son los que se encargan de calmar los ánimos. 

Foto: Sandra Cartasso
Foto: Sandra Cartasso

-Campeón, decile al muchacho que no haga más esos gestos soeces, hay damas presentes.

-Disculpe comisario, es buenito él, no se da cuenta.

Un grupo se agolpó en la esquina de Dorrego y Corrientes, de mano de enfrente al estadio. Los otros avanzan desde el parque y caminan las cuadras que les quedan tras vallas, custodiados por un cordón policial. Muchos y muchas van haciendo ademanes y gritando improperios contra los otros. También levantan las manos cruzadas: "¡todos presos, todos presos están!", "¡To-bi-llera!", celebran. 

Enfrente responden haciendo el tres con los dedos, ese tres. "¡Todos narcos, son todos narcos!" Varios policías filman toda la escena, toda la tarde, esa es su única función aquí. Apuntan sus cámaras exclusivamente a uno de los grupos. Adivinará el lector de cuál se trata.

La interna y la represión

Las largas filas de micros estacionados son sólo una de las muestras del gran despliegue de aparato partidario que concitó este acto. Provenientes de varias provincias o de localidades del conurbano, "los de violeta" se encargan de mostrar con carteles o banderas sus lugares de origen o sus referentes. Algunos con grandes banderas: "En José C. Paz, María Amoroso concejal". "Leila Gianni. La Matanza".

Rancho aparte se encargan de hacer Las Fuerzas del Cielo -el ala que lideran el Gordo Dan y Agustín Romo-, empezando por el color: para que quede claro ellos vinieron con todo el merchandising bien rojo, banderas, gorras y sus distintivos estandartes estilo romano con sus frases motivacionales: "El comunismo es una enfermedad del alma". "El cielo los aplastará delante de nosotros".

Concentran también aparte y salen desde Parque Los Andes, donde se cruzan con agrupaciones de izquierda que quedaron adentro del parque con sus rejas, custodiados por la policía: "Nos tienen acá presos, no nos dejan salir hasta que no termine todo", denuncian los manifestanes que están adentro. La "gente común" puede entrar y salir por las puertas semiabiertas de las rejas, fuertemente custodiadas por gendarmes vestidos de robocops. Ellos, no. "Es por la seguridad propia de ellos, ya ve cómo está la cosa, si salen es para problemas", le explica un policía a esta cronista.

Hacia las seis y media de la tarde, la afluencia de público rumbo al estadio empieza a menguar; mientras enfrente, la columna anti Milei se va engordando en el horario de salida del trabajo. Los autos que pasan tocan bocina ante uno u otro grupo, es la grieta vehicular. El tránsito no llega a cortarse, a excepción de un corto lapso, por Dorrego. "Organizar la bronca", dice la gran bandera blanca que desplegaron los manifestantes frente a la boca del subte.

Como para no perder gimnasia, pasadas las 7 y media, y sin que mediara explicación lógica, una parte de la policía comienza a "arrear" a algunos manifestantes, los van llevando casi hasta Juan B. Justo. Terminan pegando algunos palos, tirando gases, también hostilizando a fotógrafos.

"Cobramos todos los miércoles y ahora también cobramos un lunes", lamenta un jubilado, que trajo aquí el mismo cartel que lleva todas las semanas al Congreso: "Basta de Milei, no se soporta más". 

Fuente:

https://recursoshumanostdf.ar/contenido/45641/palos-afuera-circo-adentro