"Que la campaña no nos paralice": Milei exige acelerar todas las privatizaciones, obras y reformas posibles

Javier Milei estaba en éxtasis el martes por la noche en Córdoba, en el marco de un inédito festival que se pareció más a un concierto de rock que otra cosa. "El Derecha Fest" fue un "exitazo", según sus organizadores mediterráneos.
"La batalla por los votos es una larga marcha. Imagínense que hoy solo contamos con el 15% de los Diputados y el 10% de los senadores. Pero, aun así, es una marcha que solo va en una dirección, porque el país al que nos llevó el partido del Estado fue desastroso. Ya es una causa perdida para ellos presentarse a elecciones. La gente no los quiere ver ni en figurita. Por eso, muchos se van a sorprender con los resultados de octubre", dijo Milei en el "Fest".
Pero entre tanto ruido, el líder libertario tiene algunas espinas clavadas: sus estrategas de campaña le vienen advirtiendo que, a casi 20 meses de haber asumido el Gobierno, se empieza a notar un menor entusiasmo entre la gente por el proyecto que encabeza. Y por toda la política, en general.
Es que millones de argentinos están más preocupados por llegar a fin de mes que en librar la "batalla cultural", un curioso término que terminó equiparando en objetivos a los libertarios con el kirchnerismo, que en su momento también abogó por ganar esa "contienda".
Ese menor entusiasmo parece traducirse en la muy baja participación electoral hasta ahora, donde hubo zonas del país en las que votó muy poca gente.
Milei cree estar a un paso de romper la hegemonía peronista en distritos clave como La Matanza y Lomas de Zamora, aunque considera que el gran salto de La Libertad Avanza no se producirá solo en estas legislativas —bonaerenses en septiembre y generales en octubre—, sino sobre todo en el 2027, cuando ya piensa en buscar su segundo mandato.
La instrucción permanente de Javier Milei a su Gabinete
Pensar a tan largo plazo en la Argentina se asemeja a un despropósito, pero igual el Presidente aboga por que nadie se relaje, y que su equipo gubernamental apriete siempre el acelerador a fondo.
Para ser "el mejor gobierno de la historia", como pregona, necesita que sus "leones" no pierdan el hambre.
Así, cada vez que tiene la oportunidad les recuerda a las piezas claves de su Gabinete que no hay que "dormirse en los laureles, y mostrar todo lo que estamos haciendo".
En esa lógica se inscribe que en los últimos días la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, haya brindado su primera entrevista, en mucho tiempo, al programa más escuchado de la radio. Pettovello es una de las preferidas del Gabinete, y una de las "leonas" presidenciales.
En esa lógica se inscribe la cercanía total existente entre Milei y la Sociedad Rural, en cuya tradicional expo hablará este sábado. En medio de gran expectativa, el ministro de Economía, Luis Caputo, ratificó que las retenciones al campo "se van a ir" durante este mandato de Milei, porque "así lo prometió el presidente". Todo mientras crecen las versiones de que el titular de la Rural, Nicolás Pino, podría terminar desembarcando en un —por ahora inexistente— ministerio de la Producción. "Eliminar las retenciones es una obsesión para este gobierno", dijo Caputo.
Milei pretende tener un paso inolvidable en la inauguración oficial de Expo de Palermo, que hará por segunda vez desde que asumió. ¿Logrará ser el presidente más vitoreado en ese tradicional predio, como en realidad espera?
Acelerar con las privatizaciones, el desafío que continúa
Finalmente, Milei autorizó la privatización total de Aguas y Saneamientos Argentinos S.A. (AySA).
La decisión se formaliza tras la modificación del marco regulatorio para la prestación del servicio público de agua potable y desagües cloacales, que habilitó la venta de acciones, la entrada de capital privado en la empresa y los cortes del servicio por falta de pago.
La normativa dispone que la venta del 90% de las acciones de la compañía, que pertenecen al Estado nacional, se llevará a cabo en dos etapas. En una primera instancia, se realizará una licitación pública de alcance nacional e internacional para vender al menos el 51% del total del paquete accionario a un operador estratégico.
En tanto que en segundo orden se determinó que el remanente de las acciones estatales que no haya sido vendido en la licitación se ofrecerá en bolsas y mercados del país. En este proceso no se implementará un nuevo Programa de Propiedad Participada.
Con la velocidad impuesta por la fragilidad de las reservas internacionales —el FMI acaba de advertir sobre este tema delicado—, los compromisos con el Fondo Monetario Internacional y la proximidad del calendario electoral, el Gobierno decidió avanzar decididamente en el proceso de privatización de empresas públicas.
Se creó un esquema de privatización a través de dos plataformas estatales: CONTRAT.AR y SUBAST.AR. La Oficina Nacional de Contrataciones será la encargada de llevar adelante licitaciones o concursos públicos de venta de activos, colocación de acciones, cesiones o concesiones de empresas públicas. Cuando se trate de remates públicos, el canal será SUBAST.AR.
El Gobierno necesita dólares para sostener el tipo de cambio flotante dentro de las bandas acordadas con el FMI, acumular reservas y cumplir con los compromisos de pago de bonos y con el propio Fondo. Caputo ha sido explícito al respecto: "Va a haber venta de activos por miles de millones de dólares".
El proceso de privatización alcanza inicialmente a ocho empresas: Enarsa, Nucleoeléctrica, Trenes Argentinos, Intercargo, AySA, Belgrano Cargas, Corredores Viales y Yacimientos Carboníferos Río Turbio. Cada una contará con un plan de venta específico, que será supervisado por la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, encabezada por el abogado mendocino Diego Chaher.
Los mecanismos definidos incluyen tres vías principales: venta directa a través de concursos públicos, oferta pública en la Bolsa y concesión de operaciones con posterior cierre de las empresas. En todos los casos, se busca maximizar el ingreso de divisas y mostrar señales de compromiso con la reducción del tamaño del Estado.
Recurrir a las privatizaciones como herramienta para sortear la escasez de divisas fue uno de los ejes del gobierno de Carlos Menem en los '90, cuando, bajo presión del FMI y con apoyo del capital extranjero, se vendieron empresas como YPF, ENTEL, Gas del Estado y Aerolíneas Argentinas.
El kirchnerismo revirtió las privatizaciones de energía y aviación. Ahora, con un discurso radicalizado que promueve la mínima intervención estatal, el gobierno de Milei impulsa una reconfiguración del sector público, sin mayores contemplaciones. La frase del presidente, rememorando a Roberto Dromi en los 90, lo deja claro: "Todo lo que pueda estar en manos del sector privado, se venderá".