El 2025 tuvo un leve repunte de los homicidios en Rosario, pero siguen a niveles previos al estallido narco

Con 112 muertes, hubo un 15% más de crímenes que en 2024. Pero son cifras comparables a 2010, antes de que la ciudad diera un vuelco violento. "En seguridad competimos contra nosotros mismos", dicen en el gobierno de Pullaro.
Este martes en Rosario hubo una emboscada a balazos contra cuatro personas desarmadas en barrio Las Flores. Tres de ellas murieron y una permanece en grave estado. Un asesinato de este tipo concentra todos los atributos distintivos de la violencia que marcó una década en la ciudad: ataques contra varias personas, donde se utilizan armas de fuego y que tienen como motivante una disputa de una economía criminal o entre bandas delictivas.
Es lo que pasó este martes y por eso no está desterrado. Pero es algo que por segundo año consecutivo está en retroceso. Rosario, que atrajo a medios internacionales por su violencia hasta 2023, terminará este año con cifras semejantes a las de 2010, antes de que estallara una sangrienta refriega entre organizaciones criminales de la ciudad, que subieron al doble los delitos contra la vida. A cinco días del cierre de 2025 en Rosario se produjeron 112 homicidios. Es un guarismo un 15 por ciento más alto que el del año pasado cuando hubo 90 muertes.
Pero siguen siendo cifras que marcan por segundo año consecutivo una desaceleración marcada de la violencia. El año 2023 había terminado con 262 homicidios en Rosario. El 2022 fue el mayor registro histórico con 290 asesinatos. En 2021 habían sido 244, en un ciclo que se estabilizó en un nivel alto desde 2013, con 271 crímenes. Fue el momento de la matanza de dos líderes importantes de grupos criminales dedicados al comercio urbano de drogas, Claudio "Pájaro" Cantero y Luis Medina, lo que produjo un reacomodamiento del mapa criminal que ese año duplicó la tasa de homicidios.
Esto es lo que desde hace dos años descendió a los niveles anteriores a 2010 o incluso más bajos. "Es el segundo año menos violento del que tenemos registro desde que tenemos datos del Observatorio de Seguridad Pública", dice Esteban Santantino, secretario de Análisis y Gestión de la Información en el Ministerio de Seguridad de Santa Fe. Este observatorio oficial trabaja en conjunto datos de las fiscalías y policía provinciales desde 2014 cuando cambió en Santa Fe el sistema de investigación y enjuiciamiento de delitos.
La baja es en Rosario el principal capital político de Pullaro ya que esa baja transformó el clima social de la mayor ciudad de la provincia. Un activo que el gobierno exhibe y con el que construye su apelación primordial para la búsqueda de la reelección del mandatario radical en 2027.
Homicidios, heridos, balaceras
El año 2024, el primero desde que asumió el gobierno Maximiliano Pullaro, había cerrado con una impactante baja del 65 por ciento de los homicidios. Hacia 2025 los datos acumulados marcan un repunte moderado de la violencia en Rosario: son 112 víctimas de homicidio frente a los 90 en 2024. Siguen siendo menos de la mitad de los producidos en 2023.
También son 297 heridos de arma de fuego acumulados en 2025, lo que es más bajo que los 353 del año anterior, y menos del 50 por ciento del ciclo pasado donde la cifra se había sostenido en promedio en 800 baleados por año.
Las balaceras contra domicilios o lugares públicos, que fueron uno de los rasgos más críticos de la violencia en Rosario, también persiste una merma según el análisis de las llamadas ciudadanas al servicio 911. Eran 770 en 2021, 910 en 2022, 683 en 2023, 365 en 2024 y 510 este año.
El análisis
En el gobierno de Pullaro tienen la idea constante de mantenerse muy atentos sobre el menor rasgo de repunte de violencia porque saben que las organizaciones criminales están activas aunque agazapadas ante un mayor control del espacio público. Pero remarcan que la baja de la violencia es un activo fundamental de la gestión ante la opinión pública y que políticamente los distingue marcadamente de otras variantes políticas.
Lo resumen en una frase. "En temas de seguridad competimos contra nosotros mismos". Lo dicen porque para mostrar estos guarismos en homicidios, balaceras y heridos de arma de fuego hay que remontarse a los números registrados hace 15 años. Antes de que se desarrollara a nivel urbano un mercado de drogas muy vasto, con enorme dinámica comercial, que penetró las economías legales y elevó más del 100 por ciento la violencia.
¿Qué característica tienen hoy la violencia en Rosario? Santantino le dijo a LPO que lo que explica la caída es la caída de los homicidios entre organizaciones criminales o motivadas por disputas en economías ilícitas. Cuando asumió Pullaro estos representaban el 73 por ciento del total de homicidios en Rosario, pero en 2025 son el 58%.
"Hay otros homicidios que toman relevancia como los que están motivados por conflictos vecinales o domésticos. Pero no es que hayan crecido, se mantienen, pero sube su proporción sobre el total ante la caída de los homicidios entre grupos criminales, que constituyeron el gran problema criminológico en Rosario", dijo Santantino.
En 2025 en Rosario se produjeron 112 homicidios. Es un guarismo un 15 por ciento más alto que el del año pasado cuando hubo 90 muertes. Pero siguen siendo cifras que marcan por segundo año consecutivo una desaceleración marcada de la violencia. El año 2023 había terminado con 262 homicidios
¿A qué se atribuye esta caída? Para el gobierno de Pullaro fue fundamental el mayor control de comunicaciones y de visitas en las cárceles, en especial en los pabellones de presos de alto perfil, que con sus órdenes de acción tuvieron gran incidencia sobre los delitos de sangre callejeros.
También lo atribuye Santatantino al mayor control de la calle por la mayor presencia de fuerzas de seguridad. Hoy patrullan las calles de la ciudad 300 móviles y según el gobierno los afectados al servicio eran una décima parte cuando concluyó la gestión de Omar Perotti en diciembre de 2023. Señala también que hay un trabajo más intenso del Ministerio Público de la Acusación (MPA) que alberga a los fiscales que investigan los delitos lo que se traduce en más detenciones. "Lo que disuade no es la pena sino la posibilidad de ser aprehendido. La mejora del trabajo del MPA hace su aporte con la presencia policial en calle. Hoy salir a cometer un hecho delictivo implica un mayor riesgo de ser aprehendido", dice el funcionario.
Esto último tiene un valor relativo o debatible. En el ciclo de mayor violencia en Rosario también se multiplicaron las detenciones de delincuentes violentos y estos delitos tenían importante grado de esclarecimiento y terminaban en condenas. De hecho, la tasa de encarcelamiento en Santa Fe en 2023 triplicaba a la de 2012, según declaró en la Legislatura al dejar su cargo la defensora general Jacquelina Balangione.
Otro factor fuerte que apunta el gobierno para bajar la violencia es el nuevo marco normativo que representa la ley de microtráfico que deja el comercio urbano de drogas en manos de fiscales provinciales que son los que persiguen la violencia ordinaria que distinguió a los narcos de la ciudad, frente a una Justicia Federal que hasta 2024 tenía muy bajos estándares de investigación con planteles más reducidos.
"La ley de microtráfico no afecta el negocio de la droga pero cambia modalidades y baja la violencia. Que fiscales y jueces hoy ordenen tantas medidas, con allanamientos constantes y derribo de puntos de venta, implican una expresión del Estado que disuade los accionares violentos", analiza Santantino.
Este año que termina se nota un nuevo repunte en la participación de armas de fuego en los homicidios. Este había sido del 89% en la totalidad de los crímenes en 2022. Había bajado a un 67% en 2024. En 2025 trepó al 81% según datos del Observatorio de Seguridad Pública.
Fuente:
