¡SEPAN CUMPLIR!

Por Jean Georges Almendras
No hay cabida para el tránsito vehicular en todo el espacio callejero circundante al cruce de Yackson y el último tramo de la avenida Rivera. Hay solo espacio para los ciudadanos que desde hace 30 años hacen parte de la Marcha del Silencio; de ese silencio que atenaza reclamos que deberían ser airados y con fuertes voces, dirigidos prioritariamente al poder político, y a un Estado que por tres décadas no ha hecho más que darles la espalda -casi groseramente, casi burdamente y aunque para unos decirlo así sean malas palabras- a Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos. No por causalidad en todas las ediciones de Marchas anteriores el sello del reclamo al poder político siempre estuvo presente en la consigna de cada 20 de mayo. Y este año fue más que explícito "30 veces Nunca Más: sepan cumplir ¿Dónde están?"
Con ese "Sepan Cumplir" esta dicho más que todo.Está más que claro que luego de 30 largos años de esperar, y esperar, hoy -teniendo en el horizonte un gobierno progresista y según la lógica, que debería allanar grandes caminos para encontras respuestas- se enfatiza en el "sepan cumplir" pero no precisamente por hacer un ejercicio semántico miitante, sino para recordar públicamente que dado lo muy sensible del tema, ya y por lejos, sería hora de cumplir.¿ Pero cumplir quiénes ? ¿Los militares? No lo veo, y coincidio con Elena Zaffaroni que dijo ayer que ellos nunca darán información ¿Cumplir el Estado? Ahí sí, creo que estamos mejor orientados ¿Cumplir un gobierno democrático, como este de Orsi, y más aún por tratarse de un gobierno frenteamplista? Sería de esperar, porque en los quince años que las izquierdas tuvieron el sartén por el mango, creo que el cumplir fue flaco, fue a medias. ¿Un poco mejor que los otros gobiernos?. Sí, fue un poco mejor, ni hablar, obviamente, porque los restantes partidos -tradicionales y conservadores- están todos funcionales o a la casta militar, o a la cultura de la impunidad o a la teoría de los dos demonios, o a los repulsivos negacionismos. Pero los quince años de Frente Amplio no fueron la panacea en respuestas: solo se hallaron siete restos de detenidos desaparecidos; se registraron obstáculos en las instancias de búsqueda y aún más, en las investigaciones de causas contra represores, hubo palos en la rueda, como fue por ejemplo el escandaloso episodio del que fue víctima la jueza Mariana Mota en el 2013, con la consiguiente judicialización de varias personas, por el delito de asonada, solo por protestar pacíficamente y con más ciudadanos fuera de recinto judicial -entre ellos el ya anciano Eduardo Galeano- su desacuerdo con la resolución, en plena administración de los hoy fallecidos, Huidobro y Mujica, Ministro de Defensa y Presidente de la República, respectívamente.
Entonces ¿Sepan Cumplir quienes? ¿Los que año tras año desde el sistema político democrático hicieron poco y nada para dar paz a los familiares de los desapararecidos?. ¿O hubo mucha hipocresía?¿O hubo un trasfondo de acuerdos del pasado que se deben cumplir a raja tabla?. Lo cierto es que la punta del iceberg siguió siendo la insensibiidad frente a un tema que debería haber sido parte de una política de Estado, por la naturaleza misma del dolor que tienen aquellos que vivieron la pérdida de seres queridos por la comisión de uno de los delitos más aterradores como es el de la desaparición forzada.
Nuestros desaparecidos están enterrados en predios militares, algunos ubicados a 40 minutos o una hora de Montevideo.Sus restos están allí. Y las respuestas las tiene el Estado, hombres del Estado, militares que hacen parte de la sociedad uruguaya, que están conviviendo entre nosotros. El Estado tiene poder de sobra para dar logísticas para mejores búsquedas a un excelente equipo de antropólogos guiados por una profesional de igual talla, como Alicia Lusiardo; para poder descontracturar demonios agazapados a una democracia que no tendrá paz mientras no se hallen a los desaparecidos para homenajearlos primero y para darles cristiana sepultura después.
Anoche 20 de mayo de 2025 miles de uruguays vivimos la marcha número 30. Barbaridad, que mostruosidad de democracia que somos, que todavía tiene a miles de uruguayos, año tras año, perseverando pacíficamente, respetuosamente, y silenciosamene en un reclamo sumido en el dolor, debido a la indiferencia , primero militar, y segundo institucional, por ya 50 años.
En las Marchas del Silencio se han visto -hemos visto- participar a generaciones varias; a cientos y cientos de rostros jóvenes; porque las mayorías allí presentes, llueva o truene incluso, fueron y son ciudadanos libres, que tienen (tenemos) discernimiento histórico y por sobre todo sensibilidad.Y hemos sentido además, con profundo pesar, las ausencias de madres y abuelas debido a los años, debido a las implacables biologías, y debido a las tristezas.
Y hablando de "ciudadanos libres" muchas pancartas vimos en ésta reciente noche que lo resumen todo; algunas de ellas, por ejemplo, que las quiero destacar: "La Verdad Nos Hará Libres" y otra más, que portaban los jóvenes de Voces Insurgentes: "Basta de complicidad política. Sepan Cumplir ¿Dónde Están?". Sensibilidades a flor de piel en toda suerte de carteles, que honran a nuestros desaparecidos y que señalan a sus victimarios, muchos de ellos impunes.
Karina Tassino -la emblemática mujer, hija de un histórico desaparecido- que en junio de 2023 debió encarar con el respeto a una irrespetuosidad presidencial en el Parlamento, cuando el gobierno uruguayo debió reconocer la comision de delitos de Lesa Humanidad con la ausencia del presidente Luis Lacalle Pou, recientemente en un evento conversatorio del Movimiento Voces Insurgentes, en la Ciudad Vieja (sobre el arte y la memoria) como ponente afirmó, con más que acierto, y sobre todo sinceridad y valentía, preguntándose ante a la platea "¿Por qué tenemos que explicar que era importante , por 50 años, encontrar a nuestros desaparecidos?". Y yo me sumo e insisto:¿Verdaderamente por qué?

En ésta noche pasada; en este otro 20 de mayo; en este 20 de mayo número 30, miles de personas expresaron en libertad -en plena democracia aún con asignaturas pendientes- la urgente necesidad, dolorosa además y que nos desangra el alma, de recuperar los restos de sus seres queridos; en la noche pasada, como siempre las fotos de nuestros desaparecidos se exhibieron partiendo de una sola premisa: la búsqueda de la Verdad. Esa verdad que nos hará Libres, pero Libres de Verdad, sinceramente.
El desafío ahora lo tiene este gobierno entrante; que por cuarta vez entra a la cancha, con un desafío mayúsculo, y tanto mayúsculo, que en la noche de ayer, miles de uruguayos ratificaron sus esperanzas en él para llegar a buen puerto. Nos dijera Elena Zaffaroni a comienzos de mayo, en una actividad en la Escuela Experimental de Malvín, que este gobierno había demostrado mas sensibilidad y que todavía se estaba en la superficie. De acuerdo con ella, todos ahora deberemos ser testigos, de cuánto se avanzará o no para salir de esa superficie. Y deberemos ser tambien quienes se lo exigiremos, a diario si es posible.
Los protagonistas directos de este reclamo de ya 30 años vivieron otra noche más de movilización silenciosa, ansiando respuestas, con las esperanzas de poder algún día no sumar más Marchas y más Marchas. O quizás, en su defecto, redoblarlas por todos los 365 días del año.
Hay una sola única forma de tener una libertad verdadera y de tener una democracia plena, y plena de paz. Solo con justicia.Y es justicia, en consecuencia, que 161 uruguayos puedan recuperar a sus desaparecidos para honrarlos como Dios manda.
Y si hemos llegado a este punto, de que la mezquindad de la casta militar y del terrorismo de Estado, pueda ser definitivamente lanzada a un costado, por el poder político (si es que así ocurre realmente) es porque algo de dignidad todavía tiene el poder político.
Lograrlo con las manos en el arado podría ser una de las mejores y más sanas respuestas del gobierno de este turno, tras 50 años de ninguneos, amnesias e indiferencias. Lograrlo, verdaderamente, sería la metamorfosis más loable para el alma de una sociedad que viene asumiendo con espanto que hay personas que torturaron y asesinaron,y que enterraron en predios militares, en tumbas colectivas hablando bien y claro, que están a la vista pública,y como si nada hubiese ocurrido.
¡Que horrores los de mi país!
Fuente:
https://www.antimafiadosmil.com/index.php/ddhh/9997-sepan-cumplir