Del Botánico a la Usina del Arte: los refugios climáticos de la Ciudad para atravesar el calor extremo

30.12.2025

La red de refugios climáticos busca mitigar los riesgos para la salud durante eventos de temperaturas extremas.

La Ciudad de Buenos Aires volvió a quedar bajo alerta por temperaturas extremas. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ubicó al distrito en nivel naranja, una categoría que advierte por riesgos para la salud, especialmente entre niñas y niños, personas mayores de 65 años y quienes padecen enfermedades crónicas. Frente a este escenario, el Gobierno porteño reforzó el operativo de prevención por calory puso a disposición una red de 82 refugios climáticos abiertos al público.

Los refugios climáticos son espacios acondicionados para ofrecer resguardo térmico durante jornadas de calor intenso. Funcionan en edificios públicos con aire acondicionado o en lugares que, por sus características naturales, mantienen temperaturas más bajas que el entorno urbano. El objetivo es permitir que vecinos y visitantes puedan descansar, hidratarse y continuar sus actividades en un ambiente más seguro.

Entre los refugios cerrados se encuentran escuelas, bibliotecas y centros culturales, como la Usina del Arte, en La Boca, o el Museo de Arte Popular José Hernández, en Palermo. A estos se suman museos y espacios culturales distribuidos en distintos barrios, que permanecen abiertos como puntos de alivio térmico durante los días más críticos del verano.

La red también incluye refugios climáticos al aire libre, pensados para quienes buscan sombra y contacto con espacios verdes. El Jardín Botánico Carlos Thays y el Ecoparque porteño son dos de los ejemplos más representativos: grandes superficies arboladas, con abundante vegetación y senderos que permiten bajar algunos grados la temperatura corporal en comparación con el cemento y el asfalto. 

El programa de refugios climáticos funciona en la Ciudad desde hace dos años y fue ampliándose de manera progresiva. El Jardín Botánico fue el primer espacio incorporado y, con el tiempo, se sumaron centros culturales emblemáticos como el San Martín, el Museo Larreta y el Museo de Arte Moderno. Hoy, la red alcanza 82 puntos distribuidos en todo el territorio porteño.

El mapa completo de los refugios puede consultarse en el sitio oficial del Gobierno de la Ciudad o a través de Boti, el chat de atención ciudadana. De ese modo, cualquier persona puede ubicar el espacio más cercano según su barrio o recorrido diario.

Golpe de calor: las recomendaciones para su prevención

Desde el Ejecutivo porteño aclararon que los refugios climáticos funcionan como espacios de descanso y protección, pero no brindan asistencia médica. Ante síntomas compatibles con un golpe de calor —mareos, dolor de cabeza, náuseas, deshidratación o malestar general— se recomienda acudir al centro de salud más cercano o comunicarse de inmediato con el SAME, al 107.

En paralelo, la Ciudad reforzó los equipos de emergencia, con guardias preventivas del SAME, Bomberos y Defensa Civil, y la preparación de generadores para responder ante eventuales cortes de energía eléctrica en zonas sensibles.

Además del uso de refugios climáticos, las autoridades insisten en medidas básicas de prevención: hidratarse de forma constante, evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, usar ropa liviana y clara, priorizar alimentos frescos y reducir la actividad física en momentos de mayor intensidad térmica.

Fuente:

https://www.pagina12.com.ar/2025/12/29/del-botanico-a-la-usina-del-arte-los-refugios-climaticos-de-la-ciudad-para-atravesar-el-calor-extremo/