En las villas la expectativa de vida no supera los 70 años

07.09.2025

Un relevamiento de barrios populares en seis provincias expuso las condiciones críticas en las que millones de vecinos sobreviven: Viviendas precarias, falta de servicios básicos, problemas de salud y contaminación marcan la cotidianeidad en territorios que concentran al 10% de la población argentina.

Por Nelson Santacruz

A fines de agosto, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) realizó una conferencia de prensa para presentar los datos finales del "Relevamiento de Condiciones Habitacionales" en nueve barrios populares de seis provincias, impulsado por el "Observatorio Villero" de La Poderosa. El informe, además, se logró gracias a la articulación y el trabajo del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la UBA y la Fundación TEMAS de la Villa 21-24-Zavaleta. El encuentro, a metros del Obelisco, dio a conocer cómo se sobrevive en 1485 hogares, unas 5024 personas: "Una muestra de la realidad de los más de 6 mil barrios populares que existen en Argentina y que representan, con al menos 5 millones de habitantes, cerca del 10% de la población", afirmaron.

Entre los resultados se observa que entre el 20% y el 30% de la población relevada tiene 14 años o menos, pero el número que se subraya llamativamente es que casi no se registraron personas mayores de 75 años. Lo cual alerta que en las villas la vejez llega más rápido y los vecinos fallecen antes de esa edad, a comparación del resto de la ciudad "formal". No es un dato extraño cuando se toma en cuenta las condiciones de vida que refleja este informe.

En materia de salud, solo el 18% de la población cuenta con cobertura y el 13% de los hogares incluye a una persona con discapacidad. En barrios como Las Dalias, de Mar del Plata, ese porcentaje llega al 28% y en el Complejo Yapeyú, Córdoba, al 23%. Y teniendo en cuenta las condiciones habitacionales, este problema se agrava:

"El 81% de las viviendas está clasificado como de calidad constructiva parcialmente insuficiente y apenas el 15% alcanza un nivel suficiente. En la Villa 21-24-Zavaleta de Barracas, el 92,7% de las viviendas presenta condiciones deficientes y casi el 30% se inunda cada vez que llueve. El hacinamiento afecta al 50,2% de los hogares y un 10,7% vive en condiciones críticas, con más de tres personas por cuarto. En Isla Maciel, Los Álamos y el Complejo Yapeyú, las tasas oscilan entre el 17% y el 23%, mientras que en el Barrio Mugica de Retiro y en la Villa 21-24-Zavaleta rondan el 7%. El promedio de la Ciudad de Buenos Aires para el hacinamiento crítico es del 3%".

El acceso a servicios públicos aparece como uno de los principales déficits. El 73% de las viviendas presenta condiciones precarias y un 11% carece directamente de alguno de los servicios básicos. Solo el 15,9% de los hogares cuenta con un acceso adecuado. La mitad de los hogares depende de conexiones informales de agua y el 75% reporta problemas de olor, color o sabor en el suministro. En la Villa 21-24-Zavaleta el 95% accede al agua de manera informal y apenas el 37% recibe suficiente cantidad durante todo el día.

En otro punto del relevamiento, se expresa que en más del 60% de los hogares las jefas de familia son mujeres y entre el 50% y el 60% convive al menos un menor a cargo. El 74% de los hogares recibe algún tipo de asignación estatal, con variaciones que oscilan entre el 60% y el 90% según el barrio, y el 41% de las familias recurre a comedores comunitarios, porcentaje que asciende al 60% en Isla Maciel, Buenos Aires, y Virgen Desatanudos, barrio popular de La Rioja.

En lo que respecta a la energía, el 63% de las viviendas está conectado a la red eléctrica de manera irregular, con picos superiores al 90% en Villa 21-24-Zavaleta e Isla Maciel. Más de la mitad de las viviendas presenta alto riesgo eléctrico y, en la Villa 21-24, el 10% de los hogares sufrió incendios vinculados a la instalación. El gas en garrafa es la principal fuente para cocinar en casi todos los barrios. En paralelo, el acceso a internet muestra fuertes desigualdades: el 36% depende solo del celular o carece totalmente del servicio. En Mendoza Sur apenas el 23% accede por fibra o cable, mientras que en el Barrio Mugica la cobertura alcanza al 82%.

Por último, el estudio también señala un fuerte impacto ambiental en estos barrios populares. El 90% de los hogares enfrenta un alto riesgo por exposición a basurales, aguas contaminadas o plagas. Casi la mitad de los encuestados declaró vivir cerca de una fuente contaminante y el 49% de las viviendas se encuentra junto a cursos de agua contaminados.

De este modo, ACIJ, TEMAS y La Poderosa confirman lo que las organizaciones vienen denunciando desde hace años: la desigualdad estructural en el acceso a la vivienda, los servicios básicos y la salud golpea con más fuerza en los barrios populares, donde millones de personas sobreviven en condiciones que vulneran derechos fundamentales. Los datos no son solo números, detrás de cada porcentaje hay vidas atravesadas por el hacinamiento, la precariedad y la falta de políticas urbanas inclusivas. La radiografía es clara y urgente. Mientras en los centros urbanos la ciudad se planifica con todos los recursos, en las villas y asentamientos se sigue luchando por lo indispensable.

Fuente:

https://revistacitrica.com/en-las-villas-la-expectativa-de-vida-no-supera-los-70-anos.html