La mansión de US$50 millones donde Steve Carell se rio de Argentina

La nueva película de HBO Max protagonizada por Steve Carell que ridiculiza al país, se filmó en una propiedad de lujo. ¿Dónde queda esta mansión millonaria?
La película Mountainhead, que se estrenó el 31 de mayo en HBO Max, generó polémica porque se burla de Argentina. El filme, dirigido por Jesse Armstrong (creador de Succession), reúne a cuatro multimillonarios del sector tecnológico en un retiro de montaña que se convierte en una parodia distópica de la geopolítica. Y sí, con Steve Carell.

La producción se filmó íntegramente en una espectacular mansión ubicada en Park City, Utah, que cuenta con características únicas. En la trama, las élites tecnológicas planean un "nuevo orden" que incluye estrategias para controlar El Salvador y posteriormente llegar a Argentina, generando indignación entre los espectadores argentinos.
La propiedad utilizada para el rodaje abarca 21.000 pies cuadrados, con siete habitaciones y 16 baños distribuidos en 2,6 acres de terreno. La mansión incluye una telecabina de esquí privada, una bolera profesional de dos carriles, un muro de escalada y una cancha de baloncesto del tamaño de la NBA.
La búsqueda de la locación perfecta para Steve Carell en HBO MAX
El diseñador de producción Stephen Carter reveló que buscaron por Columbia Británica, Wyoming y Colorado antes de encontrar esta propiedad en Deer Valley. "Lo que Armstrong buscaba no era tanto un estilo arquitectónico específico, sino una sensación", explicó el director de locaciones Paul Eskenazi al New York Times.
La mansión, diseñada por el arquitecto Michael Upwall, fue puesta originalmente a la venta por 65 millones de dólares, pero finalmente se vendió por aproximadamente 50 millones. La producción realizó modificaciones significativas, incluyendo el amueblado completo de la propiedad y la incorporación de obras de arte temáticas, como una pieza de Damien Hirst titulada "Hermosa herida sangrante sobre el materialismo de la pintura monetaria".

Lamentablemente, para los fanáticos curiosos, la lujosa propiedad no está disponible para alquilar y tampoco existe acceso público a la comunidad privada de Deer Crest donde se encuentra ubicada. El rodaje duró cinco semanas, y aunque el elenco no se alojó en la mansión, Jason Schwartzman confesó que el lugar terminó sintiéndose como "casa" durante la filmación.
La cinta se posiciona como una sátira feroz sobre el poder desmedido de los magnates tecnológicos, pero su tratamiento de Argentina como tablero de juego geopolítico generó un debate que trasciende lo cinematográfico.