"Marrón" como insulto: El racismo de los libertarios desborda las redes sociales

Dos casos virales que encierran un mismo patrón: el racismo desmedido que ejercen los libertarios con total soltura bajo la máscara del anonimato en redes.
POR GERMÁN MOLKUC
La retórica racista y clasista promovida por los sectores libertarios llegó a niveles preocupantes con dos casos recientes que se hicieron virales en redes sociales. Las agresiones hacia "Koki Mataderos", un hombre insultado con "marrón", y una pasajera alcoholizada discriminada por su origen, dejan claro cómo el racismo sistemático se naturalizó con discursos de exclusión y de odio.
El caso de "Koki Mataderos": racismo a una víctima que genera dudas
Juan José Ramas Pérez, autodenominado "Koki Mataderos", se volvió tendencia en Twitter en los últimos días después de publicar capturas de WhatsApp que mostraban un episodio de abuso verbal. Según su relato, fue contratado para realizar un trabajo de albañilería en Ezeiza, pero mientras llegaba al lugar, recibió una catarata de mensajes racistas y degradantes de parte del supuesto empleador.

Entre ellos, frases como "tocá el timbre marronaso" y "hoy no comés, negro de mierda", que generaron indignación en las redes sociales, e incluso, en una de las capturas, el agresor incluso se burla del esfuerzo de Koki: "¿Fuiste hasta Ezeiza? Jajaja, marronaso". Sin embargo, las dudas empezaron a surgir cuando algunos usuarios notaron inconsistencias en su historia.
En un momento, Koki asegura que el agresor lo bloqueó, pero más tarde afirma que habló con él por teléfono, algo que contradice su propio relato. Además, en otra tanda de capturas de conversaciones anteriores, las mismas tienen detalles sospechosos como una foto de perfil repetida a pesar de tratarse de chats con personas distintas: una maestra en mayo y un supuesto dueño amenazándolo con desalojarlo en julio.


Mientras tanto, otras personas que lo conocieron personalmente (y lo ayudaron ofreciéndole trabajo, comida o dinero) reforzaron su credibilidad y aseguraron que Koki está necesitado. Aun así, las contradicciones sembraron desconfianza. Independientemente de la veracidad de su historia, el uso del término "marrón", utilizado preferentemente en el sector libertario, y otras descalificaciones racistas por parte de quienes lo atacan deja en evidencia un problema más profundo: la violencia verbal hacia sectores vulnerables como una herramienta de dominación.
El episodio de la moto Uber: alcohol, multa y "que vuelva a Bolivia"
El 1 de enero, un joven motociclista de Uber, Ciro, quedó en el centro de otra polémica tras ser multado y tener su moto retenida porque su pasajera estaba alcoholizada. Según relató, él había cumplido con la ley al no consumir alcohol, pero la normativa vigente lo hizo responsable de la conducta de su acompañante. "Le mostré la app al agente de tránsito, pero me dijo que no importaba", señaló en una entrevista con TN. Además, aunque reconoció que esta regla busca proteger a los conductores de posibles riesgos, pidió que se revise para casos laborales.
La pasajera, por su parte, admitió haber consumido alcohol pero negó conocer la legislación. En las imágenes difundidas por redes sociales, se la ve sonriente cuando se le pregunta si siente culpa por la situación de su chofer, lo cual desató una tormenta de insultos en su contra.
🇦🇷⭕️La cara, la cara de una Agente de la Patria Grande boliviana 🇧🇴 que cumplió su misión. Le arruinó la vida a un laburador solo por ser blanco y argentino.
— TBD News. 📢 (@ArgentinoProm_) January 1, 2025
Están entrenados y financiados por el consulado de Bolivia para hacer eso.
Despierten, esto es una guerra proxy. 👇🏼 pic.twitter.com/afC9gVI9Mt
Más allá de su actitud, la viralización del caso reveló un patrón inquietante: la joven fue automáticamente etiquetada como extranjera y convertida en un blanco para quienes utilizan el término "marrón" como un canal para promover el odio racial. Incluso figuras políticas como Ramiro Marra, que propuso reformar el Código de Tránsito, avivaron la narrativa de que la responsabilidad recaía exclusivamente en la pasajera. "La acompañante estuvo pésima, lo llevó a cometer una falta y se desligó de toda culpa", escribió en Twitter, desviando el foco del problema hacia una condena moral.
Estos dos episodios, que ocurrieron en un plazo de menos de 3 días, exponen no solamente algunas prácticas de discriminación sistemática, sino que revelan cómo sectores libertarios normalizaron el uso del racismo. La palabra "marrón" ya no es un insulto dirigido, como en un principio, a los delincuentes (en reemplazo del "negro de mierda"): se convirtió en instrumento de un sistema de opresión que discrimina a cualquier persona que tenga cierto color de tez, más allá de si delinca o no. Quedará por ver si estos casos llaman a reflexionar sobre el racismo en la vida pública y si como sociedad empezamos a ponerle un límite.
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