Medicamentos del Pami: los jubilados reciben atención pero siguen con incertidumbre y angustia

Personas mayores salían de la institución con formularios para llenar por el médico de cabecera y otro turno para volver. "Se la agarraron con los viejos", dijo un señor de 73 años.
En la sede del Pami de la ciudad de Santa Fe, ubicada en 1° de Mayo 2269, las personas mayores ya tienen donde esperar adentro y sentarse hasta ser atendidos. La cola que se armó el lunes en la vereda, cambió al ordenarse la atención a través de turnos y simplificarse el trámite con relación a la semana pasada, ya que se bajó la exigencia de presentar una declaración jurada. No obstante, persiste la incertidumbre de los jubilados ante lo que Nación presentó como un reordenamiento en la entrega de medicamentos por parte de la obra social para terminar con irregularidades en el sistema.
El trámite que los acerca hasta el Pami es ver si pueden continuar con la bonificación del 100% de los remedios, lo que ahora requiere cumplir con determinadas condiciones. También a pedir información y qué tipo de documentación deben llenar.
Mercedes y Roque tuvieron que tomarse un remís desde barrio San Agustín porque él no puede andar en colectivo ya que está trasplantado de un riñón y es una persona de riesgo. Además está con bastón porque no ve bien. Hace varios días que "con todo esto" -dijo en referencia a las nuevas disposiciones nacionales-, tiene atrasada una medicación muy específica de alto costo. "No me dieron una contestación sobre si nos van a cubrir todo lo que necesitamos", dijo la mujer, casi al borde de las lágrimas.
Muchos de los afiliados salían este miércoles con planillas para llenar por su médico de cabecera, con lo cual aún no sabían si quedará resuelto el trámite de excepción por "razones sociales". La incertidumbre los tiene mal, dado que la disposición entró a regir desde el primer día hábil de diciembre y ya va una semana y media sin tener acceso a los remedios que antes obtenían de forma gratuita e inmediata con sólo presentarse en el mostrador de la farmacia con su receta electrónica.

Susana (63 años) es la tercera vez que va. "El lunes era vergonzoso, la cola era de toda la cuadra y tuve que pedirle por favor a los empleados que ubiquen en sillas a cuatro mujeres muy viejitas que estaban con bastón esperando paradas", contó la jubilada, que luego volvió el miércoles para ser atendida con turno.
"Tenía cuatro medicaciones al 100%, pero como pareciera que gano una fortuna porque tengo dos mínimas y cobro 460 mil pesos, me dijeron que me van a cubrir solamente una parte. Tomo antidepresivos y para la tiroides", contó la mujer a El Litoral. "Yo porque tengo mi techo, pero los que tienen que alquilar ¿Qué hacen? Es inhumano lo que están haciendo con la gente grande", opinó.
"Se la agarraron con los viejos"
Otro señor, Alberto (73 años), que salía de la sede, contó: "Tuve que insistir. Saqué turno y me mandaron a mi médico de cabecera, fui y me dijo que no me podía dar nada porque toda la información estaba en Pami. Vine de vuelta hoy y me arreglaron los papeles. Yo tenía todo al 100% y ahora no sé qué descuento tendré. Tomo para la presión, el corazón y los pulmones. Tengo que volver el 14" con un turno preasignado para conocer la resolución. Sobre el trámite, opinó que "hay mucha burocracia. Este gobierno se la agarró con los viejos, con los pobres y con los estudiantes; todos con los que no tenían que agarrárselas".
"Vine ayer a pedir el turno y ahora tuve que venir a cambiarlo porque el lunes recién me atiende mi doctora y me llena el formulario. No sé si me darán la cobertura total, espero que sí", dijo, por su lado, Silvia.
"Muchos vienen solitos"
Además de las personas mayores, otros de menor edad se acercaban al Pami a hacer la gestión por sus padres, entre ellos, Yasmín que contó que no solamente está consultado por los medicamentos sino que solicitó la cobertura de la cama que necesita su madre, que padece una enfermedad grave, para hacer la internación domiciliaria.
"Hace un tiempo tuve que adherirlos a mi obra social porque no me cubrían el traslado en ambulancia y ahora resulta que, como tienen otra obra social -que no es una prepaga-, tengo que llenar una declaración jurada y los tendrá que evaluar una asistente social y el médico de Pami, porque al haberlos afiliado a ellos a mi cobertura de salud, ahora resulta que los perjudica", contó.
La mujer también señaló que una señora de San José del Rincón vino a pedir 8 turnos para los abuelos que están en un hogar. "Se los dieron pero es mucha la burocracia que hay: acá ves muchos viejitos solos, sin hijos ni un nieto que los acompañe", soltó.
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